Luis Caldera «reinagura»hospital de Paraguaipoa tras años de abandono

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Maracaibo, 30 de septiembre de 2025 — El gobernador del Zulia, Luis Caldera, anunció que el próximo 12 de octubre será “inaugurado” el hospital binacional de Paraguaipoa, en la Guajira venezolana, un centro de salud que en realidad ya existía desde hace más de una década, pero que permaneció durante años en condiciones precarias, con áreas inoperativas y sin insumos.

El hospital, concebido originalmente para atender a comunidades indígenas wayuu de ambos lados de la frontera colombo-venezolana, ha sido reiteradamente denunciado por organizaciones civiles por su deterioro. Falta de medicamentos, ausencia de personal especializado y equipos dañados han sido parte del panorama que enfrentaron los pacientes durante años.

Caldera también mencionó la construcción del hospital indígena Nuestra Señora del Carmen, destinado a los pueblos yukpa y barí, aunque hasta ahora no ha dado detalles sobre las especialidades médicas ni garantías de dotación para su funcionamiento.

Un hospital viejo presentado como nuevo

En noviembre de 2024, parte del hospital de Paraguaipoa fue objeto de reparaciones menores: se rehabilitaron áreas de emergencia, sala de parto y quirófano, además de trabajos en la planta eléctrica y climatización. Sin embargo, el centro nunca dejó de estar en estado crítico.

El hecho de que ahora sea presentado como “nuevo” genera críticas desde la oposición, que ve en este anuncio un intento de maquillar años de abandono oficial.

La Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) ha advertido que los pueblos originarios del estado —wayuu, barí, yukpa, añú y japreria—, que representan más del 60 % de la población indígena de Venezuela, sobreviven en condiciones de extrema vulnerabilidad. Según sus informes, las mujeres indígenas enfrentan graves carencias en salud, alimentación y protección, sin que el Estado garantice sus derechos fundamentales.

El trasfondo político

Dirigentes opositores señalan que la reinauguración de hospitales deteriorados se ha convertido en una práctica común para mostrar supuestos logros de gestión. “No es una obra nueva, es el mismo hospital de siempre, parchado para la foto y presentado como un regalo del gobierno”, opinó un médico del municipio, que prefirió resguardar su identidad.

En medio de una crisis de servicios básicos que incluye fallas eléctricas y desabastecimiento de agua potable, la reapertura del hospital de Paraguaipoa genera más dudas que certezas. Lo que debería ser un derecho básico a la salud se utiliza ahora como bandera política, mientras las comunidades indígenas siguen esperando soluciones reales y sostenibles.

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