Zulia, Venezuela. — En medio de la creciente militarización de la frontera con Colombia, funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) detuvieron a cuatro personas en el estado Zulia por supuestos delitos de resistencia a la autoridad y porte ilícito de armas, según informó este lunes el comandante estratégico operacional, Domingo Hernández Lárez.
La información fue publicada por el funcionario en su cuenta de Instagram, donde aseguró que las detenciones ocurrieron durante la llamada “Operación Orden Fragmentaria”, ejecutada en la denominada Zona Binacional de Paz con Colombia, una franja que en los últimos meses ha sido escenario de constantes operativos militares y denuncias de abusos contra civiles.
De acuerdo con Hernández Lárez, en el procedimiento fueron incautadas cinco escopetas, un rifle, varios cartuchos y equipos de comunicación, aunque no ofreció detalles sobre la identidad de los detenidos, las circunstancias del arresto ni si hubo orden judicial.

El alto mando militar citó el artículo 324 de la Constitución, recordando que el Estado venezolano se reserva el monopolio del uso de armas de guerra. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han señalado que este tipo de operativos suelen derivar en detenciones arbitrarias y confiscaciones sin garantías legales, bajo la figura de “porte ilícito”.
Esta nueva acción de la FANB se produce en un contexto de endurecimiento del control militar en Zulia, donde la frontera se mantiene bajo constante vigilancia y operativos conjuntos con inteligencia cubana y milicias del régimen.
El pasado 21 de septiembre, el fiscal general designado por el chavismo, Tarek William Saab, también informó sobre la detención de otro ciudadano en el mismo estado por presunto tráfico de armas y municiones. Saab indicó que el detenido será acusado de varios delitos, entre ellos “asociación para delinquir” y “secuestro breve agravado”, en un caso que la oposición considera parte de la política de criminalización sistemática hacia la población civil.
En los últimos meses, Zulia se ha convertido en uno de los estados más militarizados del país, bajo una política que el Gobierno presenta como “defensa de la soberanía”, pero que sectores civiles y defensores de derechos humanos denuncian como represión y control social en zonas fronterizas históricamente golpeadas por el abandono estatal.