Caracas / Puerto España, 8 de octubre de 2025.
El Caribe amanece en tensión. Fuentes militares y portales de inteligencia regional confirman el despliegue de helicópteros de operaciones especiales estadounidenses en territorio de Trinidad y Tobago, a menos de 10 kilómetros de las costas venezolanas, justo frente a la Península de Paria.
Según reportes filtrados, el operativo podría formar parte de una maniobra conjunta dentro del programa TRADEWINDS 2025, un ejercicio que Estados Unidos ejecuta junto a países aliados del Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
Sin embargo, la cercanía del despliegue con el litoral oriental de Venezuela ha encendido las alarmas en Caracas y desatado especulaciones sobre un cerco estratégico al régimen de Nicolás Maduro.
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El movimiento que sacude el tablero regional
Testigos locales aseguran haber visto helicópteros Black Hawk y MH-60 de la Fuerza de Operaciones Especiales realizando vuelos de reconocimiento a baja altitud sobre el Golfo de Paria, en rutas paralelas a la frontera marítima venezolana.
Las aeronaves se encontrarían a menos de 10 km de tierra firme, en una zona que históricamente ha sido disputada por su cercanía con el corredor energético de Sucre y Delta Amacuro.
Expertos en defensa señalan que la maniobra podría interpretarse como una advertencia directa al régimen venezolano, luego de los recientes acuerdos militares entre Caracas y Moscú, y el incremento de vuelos iraníes hacia Maiquetía y Punto Fijo.
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Reacciones y silencio oficial
Mientras el gobierno de Trinidad y Tobago justificó la presencia estadounidense como parte de la cooperación regional “contra el crimen organizado”, el régimen de Maduro guarda silencio.
Ni la Cancillería ni el Ministerio de Defensa venezolano han emitido pronunciamiento alguno, a pesar de que la operación ocurre a pocos kilómetros de sus radares costeros.
Analistas consultados por Revista Vay advierten que el despliegue envía un mensaje claro:
“Washington está marcando territorio. No es un ejercicio cualquiera. Es una señal de que Estados Unidos tiene ojos y fuerza operativa a escasos minutos de la frontera venezolana”, afirmó un exoficial naval bajo condición de anonimato.
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Implicaciones geopolíticas
1. Cercanía inédita: la presencia militar estadounidense a solo 10 km de la costa venezolana representa el movimiento más cercano en una década.
2. Cambio de equilibrio: el Caribe oriental, históricamente zona de influencia venezolana, pasa ahora a estar bajo un control operativo de la alianza Washington–Port of Spain.
3. Efecto político interno: la oposición venezolana interpreta este hecho como una evidencia del aislamiento del régimen y del creciente interés internacional por contener su influencia.
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Contexto
El despliegue ocurre mientras Venezuela atraviesa una nueva ola de sanciones financieras y denuncias por violaciones de derechos humanos. Paralelamente, Estados Unidos refuerza su presencia militar en el Caribe con el objetivo de proteger rutas marítimas y puntos de comunicación frente a las costas venezolanas.
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A solo 10 km de las costas venezolanas, las hélices norteamericanas baten el aire del Caribe.
Mientras Maduro guarda silencio, el mundo observa cómo el mapa de poder en la región se reconfigura a toda velocidad.