¿Cómo lo hizo? Rodrigo Paz sorprende y cambia el resultado pronosticado para Bolivia

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Bolivia cerró un ciclo electoral con final de película, desafiando los pronósticos de todas las encuestas. Como profesional especializado en campañas electorales, con experiencia en América Latina y con conocimiento de la realidad boliviana, creo que lo sucedido merece un análisis por varias razones: la sorpresa del resultado, las dinámicas territoriales, y los retos estructurales que emergen de cara al gobierno.

Rodrigo Paz Pereira se presentó como candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), con una plataforma de centro-derecha. Su rival en la segunda vuelta, Jorge “Tuto” Quiroga, actuó bajo la alianza Alianza Libre de tendencia liberal. Eterno aliado de las causas democráticas en Latinoamérica.

Desde el inicio ya había una ruptura simbólica con el dominio del Movimiento al Socialismo (MAS), que durante casi dos décadas había sido el actor principal en Bolivia.

En términos ideológicos, el MAS representaba la izquierda tradicional; mientras que en esta elección los dos finalistas , pertenecían al espectro de centro-derecha y derecha. Paz, supo leer el cambio de ciclo político; Quiroga, más ortodoxo, no logró conectar  ampliamente con el nuevo electorado.

El corredor electoral clave y el voto bisagra

Una de las claves para entender la sorpresa de Paz es su penetración en tres departamentos estratégicos: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, el corredor electoral que define prácticamente cualquier elección en Bolivia. Desde que llegas a Bolivia por primera vez la lección uno es: “ si ganas en dos de esos tres, ganas la elección”

En La Paz, Rodrigo Paz logró una ventaja contundente, con más del 60 % de los votos en la capital y un fuerte apoyo en El Alto. En Cochabamba, alcanzó cifras similares, consolidando su liderazgo en el eje central del país. Sin embargo Santa Cruz era considerado el bastión natural de Tuto Quiroga, lo que le permitió ejercer supremacía en su nicho, dándole una contundente victoria en el departamento.

El secreto de Paz estuvo en la combinación de territorio y mensaje. Paz apostó por una estrategia de campo, por una campaña que gracias al talento de su compañero de fórmula, El Capitán Lara, inicia con impacto en redes pero con mucha pegada en el territorio, llegando a las comunidades rurales y semiurbanas donde domina el boca a boca y donde el voto se cautiva por contacto directo. Esas zonas, muchas veces sin conectividad o acceso estable a redes, fueron decisivas.

El otro elemento fue el voto bisagra. Cerca del 9,5 % de los votantes se mantenían indecisos antes del balotaje. Esa franja fue la que cambió la historia. Paz la identificó, la trabajó y la movilizó. Mientras las encuestas mostraban ventaja para Quiroga, Paz estaba ganando en territorio, en calle, en la conversación real.

La Gasolina

La crisis del combustible fue otro de los ejes fundamentales. En los días previos a la segunda vuelta, Bolivia atravesó una escasez crítica de gasolina y diésel. Las filas en los surtidores se extendían por cuadras, y el malestar social se hacía sentir. Incluso la logística electoral se vio afectada por la falta de combustible.

Paz capitalizó ese problema. Lo convirtió en símbolo de su mensaje: “hay que reactivar Bolivia, garantizar energía, empleo y movimiento”. El ciudadano promedio, que pasaba horas esperando gasolina, se sintió muy identificado. Esa conexión directa entre crisis cotidiana y discurso político fue un golpe maestro.

Quiroga, en cambio, centró su campaña en la institucionalidad y en propuestas macroeconómicas, aunque este era un problema muy muy determinante,  no logró aterrizar en el terreno de los problemas diarios. No logró decodificar este discurso para que fuera digerible a los sectores populares. En una oportunidad me tocó pasar por algo así en la elección de Guillermo Lasso en Ecuador, el gran reto era que un señor mayor, banquero de toda la vida lograra traducir sus políticas económicas en un lenguaje directo y didáctico para los sectores populares pero sobre todo para la comunidad originaria. En política, los temas concretos, esos que se sienten en la casa pero sobre todo en el bolsillo  (el precio del pan, el combustible, el empleo), definen el voto más que los discursos abstractos de índices macroeconómicos y política arancelaria.

El territorio como activo electoral

Bolivia posee una geografía compleja. Las zonas de fácil acceso fueron aprovechadas por ambos candidatos, pero la diferencia estuvo en la capacidad logística. Mientras las caravanas de Quiroga se concentraron en las capitales departamentales, las de Paz avanzaron hacia las provincias, hacia el corazón del país, hacia la Bolivia profunda.

Las zonas rurales, alejadas del ruido de las redes y más influenciadas por el contacto personal, terminaron inclinando la balanza.

No sé cuántas veces he explicado esto en mi vida, pero sí sé que son muchos los candidatos que siguen cometiendo el mismo error: creer que las métricas digitales los harán ganar, sin comprender que América Latina clama por calor humano, por contacto directo, por líderes que entiendan, vivan y sientan como el pueblo, y que además presenten soluciones reales a los problemas cotidianos de miles de hogares.

Qué hacer desde la mirada del consultor político

Desde mi experiencia, hay al menos cuatro aprendizajes claros para campañas que se desarrollan en contextos similares:

                  1.             Las mediciones son herramientas, no oráculos. El terreno tiene su propia lógica y cada decisión de campaña puede cambiar el curso del resultado.

                  2.             Territorio real y presencia física. La política no se gana desde el  set de tv, ni escritorio, ni desde el periódico. Se gana caminando, tocando manos, escuchando a la gente. Aunque el social media nos permita subirle volumen a nuestro mensaje.

                  3.             Tema concreto de impacto cotidiano. En Bolivia fue la gasolina y la economía familiar; en otros países puede ser la inseguridad, la inflación o el transporte. Identificar ese dolor social, entenderlo, abordarlo y presentar una solución factible y comprensible es clave para ele.

                  4.             Movilizar el voto bisagra. El voto indeciso, muchas veces despreciado por su volatilidad, es el que define las elecciones cerradas.

Si algo enseña esta elección es que la política, como la vida, tiene sentido del humor. Tuto Quiroga parecía destinado a ganar; tenía las encuestas, los apoyos empresariales, los medios internacionales. Pero Rodrigo Paz entendió algo más profundo: el humor social había cambiado.Y mientras unos seguían leyendo los números, él leía las calles. Como diría un gran amigo  “El pueblo no vota por quien más grita o más promete, sino por quien más lo entiende”. Paz entendió el lamento Boliviano, pero también entendió la dinámica estratégica-operativa, no basta con pensar, se necesita ejecutar magistralmente para ganar una elección.

Los retos que ahora afronta Rodrigo Paz

El nuevo presidente enfrenta tres grandes desafíos:

                  1.             Gasolina y energía. Resolver la crisis de combustible será su primer examen. No solo es un tema económico, sino de confianza pública. El asegura que lo hará en su primer dia de gobierno, ojala asi sea.

                  2.             Economía y empleo. Deberá reactivar la economía para todos, especialmente los sectores medios y populares golpeados por la inflación y la falta de oportunidades. No puede defraudar a su voto duro ese que le dio la confianza luego de 20 años de izquierda.

                  3.             Unidad nacional. Sanar la fractura política, superar la confrontación y reconstruir la confianza institucional serán esenciales para su estabilidad.

Haciendo estas tres tareas Rodrigo Paz  se convertiría en un presidente histórico para Bolivia. Mientras tanto entra mucho en juego, la estabilidad interna, el manejo geopolítico internacional y la capacidad de estructurar un gobierno altamente competente.

¿Podrá Rodrigo Paz cubrir esos desafíos?



Escrito por:

Esteban Vicuña

Esteban Vicuña

Consultor de Marketing Poítico con amplia trayectoria en latinoamerica