Israel declaró hoy estado de guerra después de que milicias palestinas de la Franja de Gaza, lideradas por el movimiento islamista Hamás, ejecutaran una operación combinada sin precedentes que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes y la infiltración en territorio israelí en un ataque sorpresa.
«Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No en una operación, no en rondas de combates, en una guerra», advirtió el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre el ataque que involucró tierra, mar y aire.
Las Brigadas de Al Qasam, brazo armado de Hamás, se infiltraron en varias localidades fronterizas con la franja, desencadenando intensos enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
Secuestraron a soldados y civiles, robaron un vehículo blindado militar israelí y derribaron parte de la valla de separación entre Israel y Gaza.
Fallecidos, heridos y secuestrados
Según confirmó a EFE una fuente médica israelí, los fallecidos en Israel superan la cuarentena y los heridos son más de 740 desde que empezó la ofensiva.
A su vez, habría al menos una decena de palestinos muertos de Gaza, entre ellos un periodista y al menos 10 milicianos palestinos, cuyos cuerpos fueron retornados a la Franja tras su incursión a territorio israelí, de acuerdo con fuentes de Gaza.
Según las últimas informaciones, hay al menos 60 milicianos que siguen dentro de territorio israelí y están combatiendo contra soldados y policías israelíes en múltiples lugares y comunidades israelíes en torno al enclave costero.
Milicianos de Hamás y de Yihad Islámica secuestraron a unas 50 de personas en Israel, entre las que habría soldados y cargos militares, civiles y también migrantes de origen asiático, de acuerdo con fuentes palestinas y vídeos en redes sociales.
Las Brigadas de Al Qasam también afirmaron haber tomado el control del cruce fronterizo de Erez y la cárcel de la ciudad cercana de Ashkelon, donde liberaron a presos palestinos.
En respuesta al ataque múltiple, Israel comenzó bombardeos aéreos en instalaciones de Hamás en Gaza como parte de la operación «Espadas de Hierro». Los enfrentamientos continúan, y se espera una respuesta más contundente por parte de Israel.
El Ejército israelí reclutó a miles de reservistas en anticipación a una guerra intensa, y no se descarta la posibilidad de escalada en Cisjordania o en la frontera norte, con ataques desde el sur de Líbano, donde operan milicias palestinas y la milicia chií Hizbulá.