Una parte importante de la población estadounidense, aproximadamente el 42%, conoce personalmente a alguien que ha sucumbido a una sobredosis de drogas, como se detalla en una encuesta de la Corporación RAND.
La encuesta también revela disparidades demográficas en la exposición a muertes por sobredosis, con mayores incidencias entre mujeres, adultos casados, ciudadanos nacidos en Estados Unidos y habitantes urbanos.
En particular, Nueva Inglaterra y las regiones centro-sur-este de Estados Unidos reportan tasas de duelo más altas, lo que se correlaciona con las áreas más afectadas por la epidemia de opioides.
Contexto por muertes por sobredosis en Estados Unidos
En un contexto de más de 111,000 muertes por sobredosis en un período de 12 meses que finalizó en septiembre, según datos de los CDC, el estudio ilumina el vasto alcance de la crisis de las sobredosis y su profundo impacto en la sociedad estadounidense.
El número acumulado desde el año 2000 supera los 1.1 millones de muertes, lo que representa un profundo desafío para la sociedad y la salud pública. Esta crisis no afecta a quienes luchan contra el consumo de sustancias, además de que tiene un impacto significativo en sus familias, lugares de trabajo y el sistema de salud en general.
Sin embargo, las experiencias de quienes lloran las muertes por sobredosis han recibido escasa atención en comparación con la investigación centrada en las secuelas de los suicidios, lo que sugiere un continuo de impacto que va desde la exposición a una profunda angustia psicológica y una importante alteración de la vida.
La autora principal, Alison Athey, científica del comportamiento de RAND, enfatizó la brecha crítica a la hora de abordar las necesidades de millones de personas que han sobrevivido a la pérdida de seres queridos por sobredosis, lo que sugiere una necesidad apremiante de realizar más estudios sobre los efectos y la prevalencia de tales pérdidas, especialmente dentro de comunidades más afectadas por la crisis de sobredosis.
Sobre la encuesta de sobredosis
El estudio RAND, que incluyó respuestas a una encuesta de 2,072 adultos, indica que aproximadamente 125 millones de adultos estadounidenses se han visto afectados por la tragedia de una sobredosis, de los cuales el 13% ha experimentado alteraciones en sus vidas y más del 4% se enfrenta a los efectos profundos y continuos de su pérdida.
Esta investigación, en la que contribuyeron los investigadores Beau Kilmer y Julie Cerel, forma parte del esfuerzo más amplio de RAND a través de su división de Bienestar Social y Económico y su grupo de Atención Médica para mejorar la salud social y abordar las complejidades del impacto de la epidemia de sobredosis en las comunidades estadounidenses.
Expertos como el doctor Kurt Kleinschmidt y Robin Pollini enfatizaron a la cadena CNN la necesidad de abordar las consecuencias de tales muertes, señalando el trauma colectivo experimentado y la necesidad crítica de brindar apoyo integral a los sobrevivientes.