Un plan para matar a Nicolás Maduro y acabar con su gobierno. Ese sería el objetivo de la operación Brazalete Blanco, denunciado días atrás por el fiscal general, Tarek William Saab, y que involucraría, entre otras figuras, al exteniente Ronald Ojeda Moreno, quien fuera secuestrado en Chile desde la madrugada del martes 20 de febrero.
La primera alarma fue lanzada el pasado 23 de enero, cuando el Gobierno nacional publicó un listado de 33 militares «traidores a la patria», que incluía a Ojeda. Todos ellos, explicó el Ministerio para la Defensa, fueron degradados y expulsados del Ejército, aunque varios de ellos ya habían sido separados de la entidad hace años.
Según un comunicado del ministerio, los uniformados estaban “implicados en conspiraciones mediante la planificación de acciones criminales y terroristas” para atentar contra el Gobierno, las autoridades e instituciones del Estado, contemplando incluso el asesinato de Maduro, todo lo cual “representa actos de traición a la patria”.
En el caso del exmilitar, formaría parte del plan «Brazalete Blanco», que fue revelado tras la detención de Rocío San Miguel, activista y presidenta de la oenegé Control Ciudadano, el pasado 9 de febrero. La defensora de Derechos Humanos es acusada de «entregar información» de sistemas de defensa militar a «potencias extranjeras».
En total, señaló Saab, van 19 personas encarceladas por esta trama, mientras otras 15 estaban con orden de arresto.
El pasado lunes 19 del mes en curso, el funcionario ofreció una larga conferencia en la que entregó detalles sobre esta supuesta conspiración contra el gobierno de Maduro. Según el fiscal, los involucrados en la Operación Brazalete Blanco «planificaron un ataque contra la 21° Brigada de Infantería del Ejército Bolivariano y el Batallón Negro Primero; ambos ubicados en Táchira, para hacerse con el parque de armas de este cuerpo».
Fuente: Emol.com / Infobae