El Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 condenó hoy al ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) Claudio Uberti a 4 años y 6 meses de prisión por el escándalo de la valija del venezolano Guido Antonini Wilson, un hecho que conmocionó al país en plena campaña presidencial de 2007. También fueron condenados cuatro ex aduaneros a penas de prisión en suspenso. En cambio, el tribunal absolvió a Julio De Vido y Ricardo Echegaray, los otros dos ex funcionarios que llegaron a juicio.
En el caso de Uberti, el único que estaba presente en el avión que llegó desde Venezuela, fue condenado como coautor del delito de contrabando en grado de tentativa y recibió una inhabilitación absoluta de 9 años para ser funcionario o empleado público.
El ex titular del OCCOVI declaró en el juicio que vio tres veces a Antonini Wilson: en un almuerzo, en Caracas, previo al vuelo de regreso a Buenos Aires, luego en el avión, y finalmente en la Casa Rosada, en ocasión de la visita del entonces presidente Hugo Chávez.
Sin embargo, para la Fiscalía había una relación previa entre ambos. Durante el alegato, se mencionó un llamado entre la secretaria de Uberti, Victoria Bereziuk, y el venezolano, el 30 de mayo de 2007, y una sospechosa anotación en una agenda del despacho del ex funcionario, que daba cuenta de una supuesta reunión con el empresario en Buenos Aires. “Claudio Uberti le habilitó el acceso al avión y era uno de los principales interesados para que el dinero llegara a destino sin ser controlado”, sostuvo la Fiscalía.
Además se destacó que hubo varias comunicaciones entre Uberti y Antonini Wilson, luego del escándalo, a través de un “puente” que hacía su secretaria, a través de su celular.
Inocente
Esta mañana, cuando pudo hablar ante el tribunal, Uberti se proclamó inocente. “Desde el primer momento me puse en forma voluntaria a disposición de la Justicia. Quedó demostrado que no tuve participación alguna en los hechos, todo lo demás son rumores”, dijo.
Los otros cuatro condenados son ex funcionarios aduaneros: Rosa Nélida García, Guillermo David Lucangeli, María Cristina Gallini y Jorge Félix Lamastra. Todos recibieron penas de prisión en suspenso de entre 10 meses y un año.
En cambio, el TOPE 1 absolvió a Julio De Vido y Ricardo Echegaray. En el caso del ex ministro de Planificación, el fiscal Marcelo Agüero Vera había pedido que sea condenado a 5 años por el delito de contrabando en grado de tentativa y sostuvo que la valija se introdujo en el avión “por orden de De Vido”. En cambio, no había acusado al ex titular de la Aduana, que estaba acusado de encubrimiento.
Luego de dar a conocer las penas, el tribunal anunció que el 27 de noviembre se darán a conocer los fundamentos de la sentencia.
Todo ocurrió el 4 de agosto de 2007, cuando Antonini Wilson intentó ingresar una valija con USD 790.550 a través de la terminal Sur del Aeroparque Jorge Newbery. En el avión, contratado por la empresa Energía Argentina SA (ENARSA), viajaban ocho pasajeros: el ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) Claudio Uberti, su secretaria Victoria Bereziuk (sobreseída por la Cámara Federal), el ex titular de ENARSA Ezequiel Espinosa, Daniel David Uzcátegui Specht, Ruth Begrends Ramírez, Nelly Cardozo Sánchez y Wilfredo Ávila Driet.
De los pasajeros solo fue juzgado Uberti. Los venezolanos ni siquiera se presentaron a declarar como testigos.
El avión aterrizó a las 2:38 de la madrugada. Según se probó en el juicio, la que terminó descubriendo el dinero en la valija fue María de Luján Telpuk, por entonces agente de la PSA. Ante la primera pregunta, Antonini Wilson respondió que llevaba libros. Telpuk insistió y el venezolano aseguró que transportaba “libros y unos papelitos”. En ese momento, la agente de la PSA decidió abrir la valija y descubrió el dinero. “¿Cuánto dinero lleva?”, fue la pregunta obligada. “Unos USD 60.000″, habría respondido el venezolano.
Testigo de la situación
En ese momento, Antonini Wilson fue trasladado a una oficina donde se contó el dinero. Uzcátegui Specht fue testigo de toda la situación. Luego se sumaron los otros funcionarios aduaneros implicados.
Durante el recuento del dinero, el venezolano se mantuvo callado, según relataron varios testigos. Sin embargo, Daniel Ingrosso, por entonces jefe de Telpuk, declaró que durante el procedimiento tuvo un breve intercambio con Antonini Wilson, quien aseguró ser “un empresario de la carne” que “venía a invertir”.
No fue todo. El venezolano habría insinuado, en tono de broma, que eran ocho personas contando el dinero y que “se podían quedar con 100 mil dólares cada uno”. “Lo tomé como un comentario al aire, nadie le dio importancia”, contó Ingrosso durante el juicio.
Apenas unas horas después del hallazgo de la valija repleta de dólares, Uberti se dirigió a la quinta de Olivos y habló en persona con el entonces presidente Néstor Kirchner. Era sábado, muy temprano. Uberti esperó unos minutos hasta que llegó el presidente. “Te caiste de la cama, ¿qué haces a esta hora?”, lo recibió Kirchner. Uberti hizo un relato del incidente que había protagonizado Antonini Wilson y comenzó a recibir una batería de preguntas de Kirchner. “Me preguntó si lo conocía, por qué se había subido al avión, quién era, a qué se dedicaba. No me dio ninguna instrucción precisa”, relató Uberti durante su primera declaración en el juicio.
Luego de esa reunión, el ex titular de OCCVI también se comunicó con Echegaray. “Ya sé por qué me llamas”, le habría contestado el entonces titular de la AFIP. Según Uberti, Echegaray le aseguró que “era una infracción aduanera” y que “era un problema” de Antonini Wilson. Aunque era su superior directo, Uberti recién habló con De Vido el lunes posterior al escándalo.
Luego del episodio, Antonini Wilson participó de un acto en la Casa Rosada y se volvió a Miami. El gobierno de Néstor Kirchner intentó que el venezolano fuera a retirar el dinero y pagara la multa. Pero no lo convencieron. Desde entonces, la justicia argentina reclamó, sin éxito, su extradición ante las autoridades de Estados Unidos.
La investigación judicial duró trece años y estuvo a punto de prescribir. Ocurre que Uberti tuvo falta de mérito durante diez años. Cuando el caso iba a quedar en la nada, el juez Pablo Yadarola procesó a De Vido y Echegaray, que por su condición de ex funcionarios pudieron extender los plazos de prescripción. En ese momento también fueron procesados Bereziuk (luego sobreseída por la Cámara), Ezequiel Espinosa y los funcionarios aduaneros.
Fuente: Infobae