El coral “unomia stolofínera”, originario de Indonesia, es un problema de larga data en las costas de Venezuela desde hace casi dos décadas, pero su rápida expansión comienza a afectar actividades humanas como la pesca y el turismo, y una amenaza para todo el Caribe.
Esta especie exótica, que no tiene depredadores naturales en las aguas del Caribe, se apropió de extensas áreas marinas venezolanas. El ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca, describe la situación como una “pandemia biológica” debido a que este coral invasor mata a los corales pétreos y tiñe de oscuro los fondos marinos.
En respuesta, el gobierno criollo, con el apoyo de la FAO, está desarrollando protocolos para controlar y manejar este coral blando. Tanto biólogos, como ecologistas e investigadores, califican la situación como un “desastre ambiental”.
José Grieco, biólogo marino y coordinador de la organización ecologista Proyecto Unomia, explicó a la agencia EFE que es la primera vez que Venezuela enfrenta la proliferación descontrolada de una especie exótica de esta magnitud.
Según el investigador, la invasión se extendió a otros países del Caribe como Cuba, República Dominicana y Puerto Rico.
Tanto Grieco como otros investigadores reunidos en Anzoátegui coincidieron en que la estrategia debe centrarse en la mitigación. Junto con el gobierno y la FAO, firmaron un compromiso para crear y aplicar un “protocolo general que evalúe y supervise los métodos de control”.
El ministro Lorca destacó que el objetivo es generar una metodología uniforme para abordar el problema de manera integral y que sirva de ejemplo para otros países.
Al menos cuatro estados de Venezuela, de los diez ubicados frente al mar Caribe, están afectados por este coral, que según Proyecto Unomia, se encuentra en 78 puntos diferentes, impactando gravemente a los corales duros.
Para controlar esta pandemia, los investigadores proponen métodos como la colocación de mantos impregnados con un biorremediador sobre el coral, lo que mata a la unomia en unos tres días al privarla de luz y aplicar un veneno contenido en el plástico.
Sinatra Salazar, profesora de la Universidad de Oriente y creadora del protocolo, subrayó la necesidad de coordinación entre el Estado y los pescadores para implementar este y otros métodos efectivos.
También señaló que la emergencia climática de las ondas tropicales creó condiciones ideales para la reproducción de este coral invasor, alterando la química y la temperatura del agua, lo que favorece la supervivencia de los corales blandos sobre los pétreos, que predominan en la región.