Mediante la Gaceta Oficial número 42.682 con fecha 1 de agosto de 2023, el Gobierno nacional prohibió el uso, venta y distribución de los cigarrillos electrónicos, conocidos como vapeadores a niños, adolescentes y público en general en el país.
La resolución del Ministerio de Salud indica que se prohíbe la fabricación, almacenamiento, distribución, circulación, comercialización, importación y exportación.
Igualmente, el consumo, publicidad, promoción y patrocinio de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (Sean), Sistemas Electrónicos Similares Sin Nicotina (SSSN), consumibles, depósitos o cartuchos, envases de consumibles de recarga y demás accesorios, Productos de Tabaco Calentado Convencionales (PTC Convencionales y Herbales) y productos análogos.
El Ministerio de Salud ordenó a todas las instituciones del Estado, así como a propietarios, administradores o trabajadores de comercios, locales, áreas privadas o públicas “cualquiera sea su uso, incluyendo al transporte público” a velar por el cumplimiento de la norma y publicar un anuncio donde queda expresamente establecida la prohibición.
El pasado 21 de junio, el Ministerio de Ciencia y Tecnología prohibió la venta de estos cigarrillos electrónicos a menores de 18 años, con el fin de disminuir la venta y consumo de estos dispositivos.
Días más tarde, el mandatario venezolano Nicolás Maduro solicitó a su equipo médico y científico evaluar la posibilidad de prohibir completamente la venta de vapeadores en el país, con el objetivo de cuidar la salud de los ciudadanos.
Basó la decisión en estudios y ensayos clínicos de médicos y científicos realizados en el país, que han llegado a la conclusión que los Sean y los SSSN contienen sustancias totalmente tóxicas que causan adicción y son nocivos para la salud, aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, trastornos pulmonares, entre otras patologías, refiere en su portal web.
No obstante, la información científica suministrada, aseguró que los aerosoles generados por los productos PTC Convencionales y Herbales, además de presentar glicerina y propilenglicol, contienen otras sustancias tóxicas que se encuentran en niveles más altos que en el humo originado del tabaco en combustión, como el glicidol, la piridina, el trisulfuro de dimetilo, la acetoína y el metilglioxal, que no están presentes en el humo de los cigarrillos convencionales.
Estos productos son un factor de riesgo y se ubican dentro de las 10 principales causas de muerte en el mundo.
