Los padres de Miguel Cabrera tuvieron el honor de hacer los primeros lanzamientos ceremoniales en el penúltimo juego de su hijo como pelotero activo de las Grandes Ligas, en el Comerica Park.
El evento de despedida atrajo a numerosas personalidades de la organización de los Tigres de Detroit, así como a compañeros de equipo, entre ellos Eduardo Rodríguez y Matthew Boyd, y todos los familiares más cercanos de Cabrera.
Al salir, los fanáticos presentes en el estadio se pusieron de pie para aplaudir y reconocer la impresionante carrera del «Tigre Mayor».
El toletero diestro venezolano también saludó a su familia, quienes lo esperaban con emoción para el merecido homenaje que recibiría de los Tigers.
En el acto, leyendas del béisbol como Alan Trammell y sus compañeros de equipo brindaron discursos emotivos sobre la extraordinaria carrera de «El Papá de los Helados».
Los Tigres entregaron varios regalos a Miguel Cabrera, incluyendo una donación a su fundación, unos spikes conmemorativos por sus más de 500 cuadrangulares en Grandes Ligas y una silla firmada por todo el equipo.
Asimismo, la organización develó una estatua en el Comerica Park en honor a Cabrera, inmortalizando su icónico número 24.
Más de 40.000 aficionados llenaron el estadio por segundo día consecutivo para ser testigos de los últimos momentos en el diamante de uno de los mejores bateadores de la historia de los Tigres.
En sus palabras de agradecimiento, Miguel Cabrera expresó su gratitud a la ciudad de Detroit, afirmando que se sintió como en casa durante su estadía en la ciudad. También agradeció a los aficionados venezolanos, tanto en Venezuela como en todo el mundo, por ser su fuente de inspiración.
