Versión Final- Si alguien podría encarnar, dentro del chavismo, con mucha más fuerza y ascendencia que Nicolás Maduro, el legado de Hugo Chávez Frías, es sin dudas María Gabriela, su segunda hija.
Chávez la llamaba “María” o “mi María”.
La comunicadora social, graduada en la Universidad Bolivariana, tiene 44 años, y estuvo sentada a la derecha -o a la izquierda- de su progenitor en los momentos importantes.
La llave afectiva con la segunda de sus hijas llegó a ser muy reseñada, tal y como ocurrió en su momento con Keiko Fujimori, en Perú, y Zulemita Menem, en Argentina, quienes -como ella- asumieron el papel de primeras damas.
Años atrás, su potencial político había sido puesto a prueba. El reflector de la historia la iluminó el 12 de abril del 2002 ante una cámara de Associated Press, mientras hablaba por teléfono con Chávez en el único contacto con el exterior mientras estuvo como rehén en Fuerte Tiuna.
Ese mismo día, fue ella quien dio una entrevista telefónica al periodista cubano Randy Alonso y reenvió el mensaje de Chávez: “Estoy preso, soy un Presidente preso. Comunícale al mundo que no renuncié”.
María Gabriela había cumplido con su misión. “Ha sido un golpe de Estado de una dictadura de extrema derecha. Mi padre no renunció”, declaró al cubano.
Como una primera dama
En un reportaje de El tiempo resalta la presencia de María Gabriela en eventos diplomáticos de la región.
En noviembre del 2007 se realizó en Chile una Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Ella participó en la agenda de las primeras damas.
El 23 de mayo de 2008, María Gabriela acompañó a su padre a la reunión en Brasil para la creación de la Unión de Naciones Suramericanas.
De todos los hermanos Chávez fue quien mantuvo una relación más estrecha y profunda con los presidentes latinoamericanos que entablaron amistad con su padre. Solía conversar con el líder cubano Fidel Castro y también mantuvo cierta cercanía con la entonces presidenta argentina Cristina Kirchner.
Se especulaba que al primero lo considera como un «abuelo» y a la sureña como «una madre».
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en plena reconciliación diplomática con Chávez, fue consultado sobre el encuentro con el venezolano: «Saludé hoy al presidente Chávez y a su hija, y le di un beso a la niña y le dije: ‘Tu generación tiene que vivir feliz, no puede heredar los rifirrafes de nosotros, los mayores».
Bajo perfil
En el inicio de su mandato, Maduro designó a María Gabriela Chávez como embajadora alterna ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Cinco años después, representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores aseguraron que María Gabriela había dejado de cumplir sus funciones el 15 de enero de 2019.
Renunció luego que Forbes publicara un reportaje en que la señalaba de amasar una fortuna de 3.260 millones de euros. El Diario las Américas elevaba ese supuesto patrimonio la cantidad hasta los 3.800 millones de euros.
Ambos medios difundieron que habría gastado unos 8.000 euros en una visita a una tienda de Chanel, además de pasar por los establecimientos de Louis Vuitton, Hugo Boss y Michael Kors. La comparaban con una celebridad de Hollywood tras pagar 1.300 euros en la tienda MAC de Times Square y 1.800 euros en Victoria’s Secret.
Y desde entonces le precede un muy bajo perfil.
Sin embargo, 11 años después de la desaparición física del fundador del proyecto socialista en Venezuela, su participación en el seno del gobierno de Nicolás Maduro, cuestionado heredero político, parece evantualmente testimoni.
Signos y señales. Las hijas de Chávez no han hecho ni un solo pronunciamiento en apoyo a la candidatura de Maduro”, escribió en X, Ricardo Ríos, presidente de Poder y Estrategia, consultora política.
Las reacciones no se hicieron esperar. Jesús Escalona, @escalonajes1 , respondió: “En general las hijas de Chávez ni salen ni nada, haya campaña o no, cuando medio salía por ahí públicamente era cuando Chávez estaba vivo”, respondió.
Ríos se refería, principalmente a Rosinés y María Gabriela, la primera presidenta de Inparques.
“En realidad, María Gabriela tiene una posición recurrente. Usa sus RRSS con frecuencia, y su silencio sobre el candidato dice mucho. Igual sucede con Rosinés, quien incluso siendo alta funcionaria, prácticamente no ha dicho nada…”, le contestó.
En X, la hija menor del padre de la revolución no ha difundido ni un solo video de la campaña presidencial de Nicolás Maduro. En la última imagen sí repostea un video de Ernesto Villegas Poljak en que se le ve presentando libros en el marco de la Filven 2024.
El único gesto en el que se le ve afinidad a ambas con Maduro fue el 16 de marzo, cuando fue proclamado como candidato a la reelección presidencial por el Partido Socialista Unido de Venezuela.
En el video difundido por Érika Ortega Sanoja, periodista, se les ve a ambas llorando y saludando al candidato a la reelección. Las acompañaban Adán Chávez don Hugo de Los Reyes Chávez.
En redes sociales, tanto María Gabriela como Rosinés son muy activas principalmente defendiendo la causa palestina.
El último mensaje relacionado con Maduro fue el 12 de marzo. María Gabriela mostró el libro Historia del Paraíso, de Gustavo Pereira, que le obsequió el mandatario y su esposa Cilia Flores. “¡Muchas gracias, Nicolás! Un fuerte abrazo a la distancia y todo mi cariño”, le expresó con tono de agradecimiento.
Desde entonces, solo dio repost a dos videos en los que se cuestionaba a Edmundo González Urrutia por supuestas palabras que denigraban de la mujer. Y en otra oportunidad a una información de la Agencia Venezuela News, cuyo titular rezaba: “Conozca la realidad del plan de gobierno de María Corina Machado y Edmundo González, que incluye la privatización y destrucción total de PDVSA”.
Familia distante
Entiendo que la familia Chávez nunca ha tenido buenas relaciones con Maduro. Incluso a raíz de las elecciones en Barinas en 2021, esas relaciones se tensaron mucho más porque nunca se sintieron valorados por Maduro y consideran abandonó el legado de Chávez”, sostiene Darwin Chávez, periodista y director de Verdades y Rumores.
En aquel momento, detalla que el candidato del chavismo, Jorge Arreza, fue un interlocutor entre ambos bandos, ya que él sí tenía buenas relaciones con la familia al haber sido esposo de Rosa Virgina, la hija mayor de Chávez.
¿Qué ocurre? “Ella se alejó totalmente de la política y se dedicó a vivir su vida al margen. Ni siquiera debe estar enterada de la campaña electoral”, resalta.
Lo que sí viene sucediendo en grupos de izquierda es que su nombre y figura se mantienen como potencial motor humano en el rescate del ideario bolivariano, bandera de los chavistas. Se especula que ante una posible derrota de Maduro, María Gabriela reaparecería para liderar el movimiento y rencausar el legado de su padre.