Un estudio de 2023 reveló que los norteamericanos entran a su teléfono inteligente un promedio de 170 veces al día. Si el número se aproxima a la realidad, tenemos un problema patológico que no identificamos o aceptamos. Como consecuencia, no tomamos descansos o pausas digitales de nuestros dispositivos.
Nuestros teléfonos se han vuelto “centros” para interacciones sociales y redes profesionales, por lo que puede ser difícil tomar un descanso. Pero al mismo tiempo, un tiempo lejos puede brindarnos la oportunidad de reiniciar y reconectarnos con nosotros mismos y con las personas en nuestras vidas.
En mis mentorías de productividad, mi primera asignación es apagar las notificaciones por 72 horas. Y la última, realizar un ayuno digital de ocho horas. Los participantes me han compartido los beneficios de tomar estas acciones de manejo de los distractores:
1. Más tiempo para las cosas que nos traen alegría. Cuando te tomas un descanso del teléfono, ganas tiempo en tu día y también puedes gestionar conscientemente ese tiempo con algo que brinde alegría inmediata. Luego, cuando vuelvas al dispositivo, es posible que realmente aprecies un poco más algunos de los mensajes que recibiste.
2. Mejor sueño. Ya no duermo con el teléfono en mi mesa de noche. De hecho, lo ubico a una distancia donde escucho el despertador. Esto me permite desconectarme por completo. Me despierto más fresco y sin el dolor de cabeza leve que nunca me di cuenta que tenía hasta que desapareció.
3. Mejor enfoque. He hecho una práctica de tomar ayunos digitales de mis redes sociales semanalmente. Puedo concentrarme en lograr un objetivo, sin distracciones. Durante esas horas, abro un espacio para la creatividad o comparto de forma más cercana con mis amig@s. Son momentos de reflexión, ya que la ausencia de dispositivos electrónicos me permite experimentar un pensamiento más claro y las ideas fluyen de dentro para fuera.
4. Más energía. Tomar un descanso digital da mayor energía. Mirar constantemente las pantallas y estar sobrecargado de información puede ser realmente agotador para mi mente, mi cuerpo y mi alma.
5. Conexiones más profundas. Un beneficio sorprendente es tener más tiempo de calidad conmigo y los seres que amo. Estoy hablando de mi familia directa, pareja, mascota e incluso mis plantas.
6. Limpiar mi mente. Cuando te despiertas y miras los correos electrónicos, vas a ser consumido por las preguntas de los demás. Aparte, elijo no mirar Instagram al levantarme, porque todo el mundo allí es más delgado, más sexy, están siempre de vacaciones y son más adinerados. No quiero “embasurarme” con ruidos e ilusiones del ego desde tan temprano.
7. Apreciar nuestro entorno. Cuando tomo un descanso de mi teléfono, realmente veo lo que me rodea. Solo mirar hacia el cielo puede ser una liberación fabulosa. Mi aproximación al entorno es sana y neutra, ya que no estoy en un modo de “comparación” constante. El problema es que cuando nos comparamos con otr@s, terminamos perdiendo o ganando. En otras palabras, reforzando mi baja autoestima o alimentando mi falso ego.
Jacques Giraud es ingeniero, especialista en desarrollo organizacional, master coach y mentor. Autor del libro “Super Resiliente”. www.jacquesgiraud.com