El expresidente de Estados Unidos Donald Trump, realizó nuevamente declaraciones polémicas sobre la migración, acusando al presidente Joe Biden de liderar una «conspiración para derrocar a los Estados Unidos de América» durante su campaña antes de las primarias del Súper Martes.
El plan de utilizar a la Guardia Nacional y posiblemente el ejército para deportar a millones de inmigrantes indocumentados, hayan cometido crímenes violentos o no, generó controversia desde los puntos de vista humanitario y económico, reseñó El Nuevo Herald.
En una entrevista con la revista Time, Trump mencionó que usaría la Guardia Nacional y el ejército para deportar a indocumentados, sin embargo las leyes de Estados Unidos prohíben el uso de tropas federales contra civiles a menos que el Congreso lo permita.
A pesar de ello, el empresario argumentó que los indocumentados «no son civiles». También hizo declaraciones previas, como afirmar que «están envenenando la sangre de nuestro país».
Independientemente de la retórica del político, las estadísticas reflejan que el flujo de migrantes a través de la frontera sur de Estados Unidos disminuyó en los primeros cuatro meses del presente año.
Según la agencia de noticias Bloomberg, el gobierno del presidente Biden atribuye esta baja a mayores controles en la frontera. Aunado a eso, un estudio de la Universidad de Stanford indica que los indocumentados cometen menos crímenes violentos que los nacidos en Estados Unidos.
Desde una perspectiva económica, las finanzas estadounidenses depende en gran medida de los foráneos para aliviar la escasez de mano de obra, reducir la inflación, recaudar impuestos y aumentar el consumo.
Jan Gautam, presidente de la empresa de servicios para hoteles IHRMC, expresó su preocupación sobre el impacto que las deportaciones masivas propuestas por Donald Trump podrían tener en la economía del país.