En redes sociales se difundió una simulación computarizada que muestra el momento exacto cuando el submarino Titán implosionó, acabando con la vida de sus cinco tripulantes, según las últimas teorías sobre la nave desaparecida.
En las imágenes se puede ver la simulación donde el submarino propiedad de OceanGate queda destruido por la presión del mar. Si bien no se sabe ciertamente cómo fue este accidente, la teoría de la implosión es una de las más comentadas y aceptadas por expertos.
Las teorías indican que la explosión habría ocurrido en apenas unos 30 milisegundos.
El sumergible perdió contacto el domingo por la mañana con su nave nodriza aproximadamente una hora y 45 minutos después de lo que debería haber sido un descenso de dos horas.
Entre las personas a bordo estaban el multimillonario y explorador británico Hamish Harding, de 58 años; el magnate de negocios de origen paquistaní Shahzada Dawood, de 48 años; y su hijo de 19 años, Suleman.
También estaban el oceanógrafo francés y experto en Titanic Paul-Henri Nargeolet, de 77 años, que había visitado los restos del naufragio docenas de veces; y Stockton Rush, el presidente ejecutivo de OceanGate, que piloteaba el sumergible.
Muerte instantánea
La detección de ruidos submarinos el martes y miércoles utilizando boyas de sonar lanzadas desde aviones canadienses ofreció esperanza de que las personas a bordo del sumergible estuvieran vivas y estuvieran intentando comunicarse golpeando el casco.
Pero los funcionarios advirtieron que los análisis del sonido no eran concluyentes y que los ruidos podrían no haber emanado del Titán en absoluto.
Incluso si el Titán hubiera estado operativo, el suministro de aire a bordo se estimaba en 96 horas cuando ingresó al agua el domingo alrededor del mediodía, lo que significa que los ocupantes probablemente se habrían quedado sin oxígeno el jueves por la mañana.
No obstante, por la rapidez con la que sucede una implosión por la presión del mar, argumentan los expertos que dicho suceso ocurrió mucho antes de que se les acabase el oxígeno, matándolos al instante
